El inquilino tiene la obligación de sostener la vivienda en las condiciones en las que la recibió. La Ley de Arrendamientos Urbanos y sus distintas mejoras siguientes, establecen los derechos y obligaciones de inquilinos y arrendadores en lo concerniente a la conservación de la vivienda. Desde HomeServe examinan las reparaciones más comunes en las viviendas para saber cuáles podrían estar enlazadas con "conservación y habitabilidad de la vivienda" y cuáles son las "pequeñas reparaciones", así como se recoge en la Ley de Arrendamiento Urbanos. En casos urgentes, anterior comunicación al propietario, el inquilino puede administrar por su cuenta el arreglo del desperfecto con la intención de eludir un daño inminente o grave. El inquilino o arrendatario debe encargarse de las pequeñas reparaciones fruto del desgaste por el uso ordinario de la vivienda. Si la avería hace aparición al poco tiempo de iniciarse el contrato, puede considerarse que no va a ser al cargo del Arrendatario, ya que no ha tenido tiempo de que se estropee ese elemento por el uso, conque será al cargo del arrendador.
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Eso sí, los resquebrajados o desprendimientos derivados de una falla en la fijación o por el hecho de que, con el pasar de los años, el mortero o la cola han minorado en su aptitud adhesiva, sí correrán al cargo del dueño. Los inquilinos van a deber llevar a cabo las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por la utilización ordinario de la vivienda. Exactamente la misma ocurre para las proyectos primordiales del arrendador, la LAU no da respuesta sobre qué debe entenderse por "pequeñas reparaciones urgentes", por lo que hay que asistir a la jurisprudencia. Al arrendatario corresponderá la realización de proyectos o reparaciones urgentes menores, «pequeñas reparaciones» indica el artículo legal, que procedan del empleo habitual del inmueble. Una vez más, hablamos de electrodomésticos cuya rotura deriva del empleo habitual y cotidiano, por lo que decidir quién debe asumir su reparación o sustitución es dependiente del precio de la misma. Normalmente, hablamos de elementos costosos, con lo que no se tienen la posibilidad de estimar arreglos menores y, por consiguiente, corresponden al arrendador.
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Considerablemente más bien difícil de precisar resulta el concepto de "pequeñas reparaciones", esencial para resolver qué debe pagar el inquilino. En general, los jueces admiten que se trata de arreglos puntuales en elementos tales como grifos, puertas y ventanas, enchufes o interruptores, o electrodomésticos, siempre y cuando la intervención tenga un precio reducido (menos de unos 200 euros). Una indemnización por proyectos en el alquiler se refiere a la compensación económica que un dueño debe otorgar a su inquilino debido a las incomodidades causadas por julia-Helena-gois.technetbloggers.de la realización de proyectos en la propiedad alquilada. Esta compensación debe integrar esos costos que el arrendatario ha permitido gracias a la actuación, como la necesidad de buscar un hosting alterno si el piso se volvió inhabitable durante las reformas.
¿Cómo se determina si una reparación es pequeña?
De aquí se deduce que la necesidad de colorear el inmueble va a ser un gasto a asumir por la parte arrendataria. Sin embargo, hay salvedades, por servirnos de un ejemplo, en el momento en que se hayan producido humedades en una estancia y, tras arreglarlas, la habitación deba pintarse por completo para que hoy haya contrastes entre las paredes. Dado que la causa que ha propiciado el arreglo debe ver con la salubridad, todos y cada uno de los gastos asociados serán a cargo del arrendador. Una cisterna estropeada se considera una reparación de menor extensión y, por lo tanto, es compromiso del arrendatario. De hecho, aun la rotura física de los elementos sanitarios del baño ha de ser atendida por el inquilino.
En verdad, a efectos prácticos, debemos admitir que prácticamente la integridad de las fallas de la instalación eléctrica son asumidas por la propiedad. En el resto de situaciones, incluyendo la de la sustitución por uno nuevo, será precisamente él quien debe ocuparse de abonar las facturas. Una vez más, hablamos de electrodomésticos cuyos fallos surgen a consecuencia de un uso habitual y corriente. Por lo tanto, determinar quién debe encargarse de repararlos o sustituirlos se basa en cuestiones económicas.
Las averías que se tienen la posibilidad de producir en una puerta acostumbran a tener que ver con los mandos (manivelas), la cerradura o el bombín; y se trata, siempre, de intervenciones de poco calado.
